«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados». Isaías 53:5
Cuando hablamos que Dios sana, muchas veces las personas resultan ser bastantes escépticas a esta realidad, muchos creyentes no creen en el Poder que Dios tiene para sanar cuerpos enfermos. Otras, simplemente piensan que las sanidades únicamente ocurrían en los tiempos de Jesús y que por ahora el tiempo de los milagros han pasado y ha quedado en la historia, dándole méritos a la ciencia médica. La Biblia nos enseña que Él es nuestro Creador y Formador de nuestras vidas.
Soy testigo de la Gloria de Dios manifestada en muchas vidas, personas que por cierto tiempo estuvieron enfermas y Él las sanó. Ahora mismo creo con todo mi corazón y quiero decretar a través de este medio un milagro sobre tu vida. Sigue leyendo